Día de la Felicidad

LA FELICIDAD

Hoy 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad, proclamado por la ONU en el año 2012, es una fecha simbólica para conmemorar la importancia que tiene la felicidad como parte integral en el desarrollo y bienestar de todos los seres humanos.

El origen de la celebración de este día se forja a través de una historia protagonizada por el rey Jigme Singye Wangchuck del Reino de Bután.

Bután es un país del sur de Asia ubicado en la cordillera del Himalaya y sin salida al mar. Limita al norte con la República Popular China y al sur con la India.

El rey Jigme, con 16 años, recién llegado al trono, decidió que la filosofía de su gobierno se basara en la felicidad de sus súbditos. Y para ello inventó el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB), para medir el grado de felicidad de sus súbditos.

El FNB, se calcula midiendo nueve puntos: el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la vitalidad de la comunidad, la cultura, la salud, la educación, la diversidad medioambiental, el nivel de vida y el Gobierno.

El matemático estadístico George Gallup, invento una encuesta que mide la felicidad de 140 países.Se trata de un sondeo de opinión usado en los medios de comunicación de masas para representar a la opinión pública.

Ante tal decisión de medir la felicidad, y proclamar un día, me pregunto, ¿es realmente necesario? Los científicos apuntan, a que el hombre no está “diseñado” para ser feliz. ¿Pero realmente sabemos qué es la felicidad?

Para Aristóteles, la felicidad es el fin último de la vida humana y se alcanza a través de la práctica de la virtud. Así planteado, no podemos ser felices hasta el final de nuestra vida!!.

Hablamos que la felicidad no es el destino, sino el camino. Ese camino, es el momento presente. Casi nunca estamos en el presente, viajamos del pasado al futuro, y no vivimos el ahora, el instante. Nos centramos en el “yo quiero”, en vez del en el “yo soy”, y así pasamos la vida anhelando lo que no tenemos y esperando que alguien nos saque de esa frustración y nos regale esa felicidad.

Nacemos felices, la felicidad es un estado del alma, que todos poseemos. Cuando aceptamos la vida tal y como es, y la vivimos aprendiendo de cada momento, amándonos a nosotros mismos y a los demás, nos damos cuenta de que vibramos en felicidad.

Necesitamos vaciarnos de nosotros mismos, para que aparezca ese estado interno de satisfacción y tranquilidad, que nos confirma quienes somos, y al que llamamos felicidad, que nos abraza a todos los seres humanos por igual.

Laura Berbis

Coach@PNL