La Verbena de San Juan
- Laura Berbis
- 23 jun 2021
- 2 Min. de lectura

Hoy celebramos la verbena de San Juan. Es una noche mágica y llena de rituales.
Esta celebración ya se celebraba antes de la llegada del cristianismo. Se trata de una celebración pagana, de honrar al Sol, como fuente de luz y vida en su apogeo, el 21 de junio (solsticio de verano). En esta fiesta se hacía el culto al sol, y se hacían rituales alrededor del fuego y el agua, que hacían el papel de elementos purificadores, ya que ahuyentaban los malos presagios y atraían prosperidad.
Los rituales más populares pueden ser: saltar la hoguera siete veces, caminar sobre las brasas para purificar pecados, o a las 12 de la noche entrar en el mar des espaldas y saltar 9 olas, pues se tiene la creencia que el agua de San Juan aumenta la fertilidad y mejora la salud. Celtas e íberos pensaban que las fuentes eran curativas, por lo que se cree que todas las aguas que se toman en la noche de San Juan son beneficiosas y algunas personas se bañan desnudas de madrugada en el río o el mar.
La leyenda dice que las cenizas de la hoguera curan las enfermedades de la piel. Es una noche mágica en la que todo puede suceder, cuando las hierbas tienen propiedades que todo lo curan o espantan malos espíritus, las mozas encuentran novio y el amor no tiene ataduras. Los tesoros escondidos brillan y pueden ser descubiertos, y quien coge la hierba llamada ‘verbena’ queda curado de todo mal. De aquí viene que en castellano a la fiesta se le llame verbena.
A través del fuego, se pretendía dar fuerza al sol ya que después de haber llegado a su zenit entraba en un periodo de declive, los días comenzaban a acortarse hasta el 21 de diciembre, el solsticio de invierno o día más corto del año. Esta práctica de veneración al Sol que originariamente se celebraba la noche del 21 de junio se trasladó en el calendario a la noche del 23 de junio por la Iglesia Católica, quien quiso hacer coincidir la festividad con la fecha de nacimiento de San Juan Bautista.
En la Edad Media a las hogueras se le sumaron los petardos, que otorgaban a la fiesta ruido además de luz. Los petardos, como la pólvora, se inventaron en China en el siglo IX, pero mientras que muchos de los productos hechos con pólvora tenían una finalidad bélica, los petardos se erigieron de seguida como un producto con un propósito festivo y fueron utilizados para hacer fuegos artificiales.
La Noche de San Juan en Cataluña viene acompañada también de un dulce tradicional: una coca adornada con piñones y frutas confitadas y rellena de crema, la coca de San Juan. Se reparte en las verbenas juntamente con vino dulce o cava. La coca de San Juan proviene de un roscón redondo con huevos encima que se comía antiguamente y que constituía una alusión al Sol.
Laura Berbis
Coach@PNL
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