Luna Llena Fría

Hoy tenemos la última luna llena del año, que recibe el nombre de “luna llena fría” y está en el signo de Géminis.

Su nombre viene asociado con el frío, ya que el frío se afianza y las noches son más largas y oscuras; además de su proximidad a la llegada del solsticio de invierno. Recibe otros nombres también como la “luna llena de la Larga Noche”, la “luna de Roble”, “luna llena Invernal”, “luna llena helada”, “luna llena de Escarcha”.

“Luna llena de Roble”, se remonta a las antiguas tradiciones druidas de cosechar muérdago de los robles, una práctica registrada por primera vez por el historiador romano Plinio el Viejo en el siglo I d.C.

También es llamada “luna de Yule”. Yule es un festival de solsticio de invierno de 3 días que se celebra en la Europa precristiana. En el siglo X, el rey Haakon I asoció Yule con la Navidad como parte de la cristianización de Noruega, y esta asociación se extendió por toda Europa.

Yule, hace referencia al mito nórdico que celebraba, la muerte del Rey Acebo, que nace durante la noche del solsticio de verano y que siempre se representa con una barba blanca y ciervos, sus fieles compañeros de viaje, asesinado por el Rey del Roble, su sucesor natural durante 6 meses.

Se trata de dos reyes árboles que, al fin y al cabo, simbolizan nuestro ritmo vital, cuando sabíamos vivir en armonía con la madre naturaleza.

El acebo para los nórdicos y celtas es protector de todo mal en el hogar y en las personas que habitan en él, combate las energías que nos amenazan, las fuerzas que hasta ese momento han estado activas, vitales y llenas de energía merman y todo lo aprendido durante ese viaje es guardado en nuestro interior, por eso hay que hacer una introspección, para morir y volver a nacer.

El Roble es también un árbol sagrado, llamado almacén cósmico de la sabiduría encarnada en su fuerza imponente, para ellos el estar bajo este árbol era tener acceso a los planos etéreos del pensamiento superior que encontraba la puerta de acceso en el roble. Por lo que nos hablan de ese paso dimensional y vibracional por el que todos pasamos entre el verano y el invierno.

Esta luna, nos habla de expresar nuestras emociones. Es un buen momento para la introspección, sacar lo que esta está en nuestro inconsciente, para volverlo consciente y permitirnos renacer, reconectarnos. Se corresponde con la energía latente de la naturaleza, es una temporada mágica llena de transformación y profundo trabajo interno.

Deja que la luz entre en tu corazón y encontrarás tu propia verdad. Encuentra la chispa de alegría que hay dentro de ti. Esta Luna nos invita a verbalizar nuestros sentimientos, a perdonar para liberarnos, para poder renacer en paz.

Laura Berbis

Coach@PNL