La Asertividad
- Laura Berbis
- 15 jun 2021
- 2 Min. de lectura

Todas las personas tenemos un estilo preferente de comunicación, ya sea el pasivo, el agresivo o el asertivo.
Hoy hablaremos del asertivo. La “asertividad” es la habilidad para: saber pedir, negarse a algo, negociar y ser flexible para conseguir lo que se quiere, a la vez que respetamos los derechos de la otra persona y no atentamos contra ellos. También es la manera de como manejamos los cumplidos y las quejas hacía nosotros y hacía los demás.
La asertividad, como habilidad social y comunicativa, nace del hecho de otorgarnos nuestros propios derechos para expresar nuestras propias opiniones y defenderlas, sin perjuicio de ideas o pensamientos de los demás y siempre en el marco de los derechos fundamentales, haciendo valer la premisa de que debemos respetar para que nos respeten.
Los seres humanos nos expresamos diariamente en nuestras actividades cotidianas, y gracias a la asertividad podemos ser nosotros mismos, vibrar en la autoconfianza, y expresarnos claramente para alejarnos de situaciones que nos generen desequilibrio emocional.
No nacemos siendo asertivos, sino que, a lo largo de nuestra vida, vamos aprendiendo y eso nos da unos beneficios, que mejoran nuestra autoestima y nos dan seguridad en nosotros mismos.
Nos da capacidad para ser jueces de nuestros sentimientos, para cometer errores y aceptar nuestra responsabilidad; a poder cambiar nuestras opiniones en cualquier momento; a no tener que justificarnos continuamente por nuestras acciones, ni responsabilizarnos de todos los problemas; a pedir lo que necesitamos, y a expresar que no entendemos algo o no lo sabemos sin sentimiento de culpa; y sobre todo a saber decir que no, cuando algo no nos conviene.
Con todo ello logramos beneficios, no nos pueden manipular y podemos tomar nuestras propias decisiones, sin tener miedo a cómo van a reaccionar los demás, a expresar libremente nuestras emociones y cambiarlas cuando queramos ya que somos libres de opinar lo que sentimos y a equivocarnos, sin tener que justificarnos, ni responsabilizarnos de todos los problemas y acciones de los demás. Todo ello hace que mejoren nuestras relaciones personales y sean más productivas, dando paso a vivir la vida de una forma positiva y construir vínculos más fuertes.
Hay una técnica asertiva llamada DESC, que nos resulta muy útil en cambios de conducta, nos ayuda a expresar claramente nuestro malestar por algo acontecido sin que esto genere un conflicto.
Está compuesta por diferentes fases:
- Descripción: en esta fase exponemos de forma descriptiva aquella conducta que exhibe el otro y que nos genera malestar, pero sin emitir juicios de valor sobre la conducta o la persona.
- Emoción: en ella comunicamos como nos sentimos cuando la persona tiene ese comportamiento. En esta fase es muy importante hablar en primera persona: "yo me siento...", "yo pienso...", en vez de desde la segunda persona "tu me haces sentir...", "Tu piensas que...".
- Sugerencia: en esta lo que hacemos es sugerir que comportamiento o conducta nos gustaría que la persona hiciera en lugar de la que hace. En esta fase es importante expresarse en base a la sugerencia y no a la exigencia.
-Consecuencias: en ella comunicamos a nuestro interlocutor cuales son los beneficios que se obtendrían si se estableciera un cambio en su conducta.

NI SUMISIÓN, NI AGRESIVIDAD
SI EL EQUILIBRIO ES LA "ASERTIVIDAD"
Walter Riso
Laura Berbis
Coach@PNL
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