La Resiliencia
- Laura Berbis

- 20 may 2021
- 3 Min. de lectura

Hoy hablaremos de la capacidad que adquirimos los seres humanos para adaptarnos a las situaciones adversas, con resultados positivos, lo que denominamos “resiliencia”.
Este termino fue empleado por John Bowlby, el creador de la teoría del apego, pero fue Boris Cyrulnik, quien dio a conocer el concepto de la resiliencia en el campo de la psicología en su best-seller “los patitos feos”.
La resiliencia no es una cualidad innata, sino que es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida, si estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos y creencias.
La palabra viene del latín “resilio”, que significa rebotar, resurgir. Por lo que nos habla de “rebotar”, resurgir ante las adversidades, sobreponerse y salir transformado. Para ello deberemos contar con todas nuestras fortalezas y capacidades, para transformar el dolor en la fuerza motora que nos impulse a salir adelante.

Las personas resilientes practican hábitos positivos:

Es importante conocerse bien, para saber cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y usarlos a su favor. Así consiguen trazar metas objetivas y saben de que recursos disponen para cumplirlas.
Son personas creativas, parar lograr transformar situaciones adversas en experiencias valiosas, para ello confían plenamente en sus capacidades y si es necesario son flexibles y saben pedir ayuda.
Poseen una gran iniciativa, son proactivas, y asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. No pierden la motivación ante el primer desencanto, son optimistas, empáticos y con mucha intuición. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer.
Tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida, suelen estar rodeadas de personas con una actitud positiva frente a la vida, creando una red de apoyo para sostenerse en los momentos más difíciles.
No intentan controlar las situaciones, sino sus emociones, han aprendido a lidiar con la vida, y su objetivo es cambiar la forma de ver las cosas, para encontrar una solución sin dejarse llevar por la emoción.
Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar la ayuda de un buen psicólogo cuando lo necesitan.




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