Patrones Limitantes

Los patrones son estructuras inculcadas desde la infancia, bien sea por nuestra familia, por la sociedad o por nuestro entorno más cercano. Cuando algo no funciona, recibimos el aviso a través de: tristeza, enfado, frustración, sensación de vacío o soledad. Generalmente, emociones que suelen mostrarnos una necesidad de cambio.

Los patrones y creencias erróneas nos hacen daño, nos limitan, y muchas de ellas se encuentran en el subconsciente. Darse cuenta y trabajar en cambiarlas duele porque generalmente provienen de un miedo. Miedo que, sin querer, nuestros seres más cercanos nos han transmitido: miedo al fracaso, miedo a la soledad, al rechazo o al abandono, miedo al éxito, miedo a no ser capaz, a no poderlo lograr, miedo al amor o a la muerte. Estos miedos solo son una creación de nuestra mente para no afrontar y sanar la herida de la cual provienen, porque al ego o a nuestra mente no le convienen, pero a nuestro corazón, a nuestra alma, le hará muy bien. Para sanar, hay que tocar la herida y cambiar el patrón mental y emocional; esto suele ser un proceso que toma tiempo y esfuerzo.

Los seres humanos experimentamos el mundo a través de nuestras experiencias individuales, y esas experiencias se basan en nuestras percepciones.

Cada comportamiento tiene sentido en su origen, pero a medida que avanzamos debernos abrirnos y revisar nuestras creencias y patrones mentales, para darnos cuenta del para qué fue originado, y abrirnos a nuevas posibilidades, ya que todo comportamiento y todo síntoma, tienen una intención positiva.

“Las cosas no cambian. Lo que cambia es tu forma de mirar, eso es todo.”

Laura Berbis

Coach@PNL