Vivir en el presente

Hoy hablaremos de “vivir el presente”. La semana pasada abordamos lo importante que es soltar el pasado y ahora nos centraremos en el presente. Cuando vivimos recordando el pasado constantemente entramos en un estado de depresión, y cuando vivimos con la cabeza en el futuro vivimos en un estado de ansiedad, lo importante es vivir en el presente en el “el aquí y ahora”, para ello debemos estar conectados a nuestra esencia y saborear cada momento que vivimos, sin preocuparnos por ¿Qué tengo que hacer mañana? , y estando en armonía con el entorno.

Vivir en el presente, parte de elegir quien somos ahora, no podemos actuar sobre el pasado, pero si sobre nuestro presente; elegir como sentirnos, como pensar, y cómo actuar. Lo cierto es que realmente sólo controlamos nuestro presente. No podemos actuar sobre nuestro pasado ni sobre nuestro futuro, sólo podemos llegar a ser lo que somos ahora mismo. Por ese mismo motivo debemos centrar nuestros pensamientos en el ahora. En este preciso momento, ya que es lo único real que tenemos.

Cuando somos capaces de focalizar nuestra atención en el presente, nuestra mente se ve liberada de pensamientos negativos. Cuando la concepción de lo que somos se basa en los recuerdos, vivimos en un sufrimiento perpetuo. Por ese motivo debemos aceptar nuestro pasado como un aprendizaje, no como un determinante de nuestro presente.

La vida se vive en presente. Para vivir en coherencia y en bienestar emocional, debemos focalizar nuestros pensamientos en el momento actual. Vivir el momento presente requiere de un gran esfuerzo constante, y de un aprendizaje progresivo, habituando a nuestra mente a centrarse en el ahora. Una mente que no se centra en él ahora es una mente dispersa, que nos lleva a padecer numerosos desajustes emocionales.